Una falsa farsa inspirada en la tragedia
El infierno, de Luis Estrada, Mexico 2010
En este país ya practicabamos una farsa con bastante éxito, ir a votar y creer que en eso consiste la democracia, sin embargo, el Estado que jamás se contenta con nada, decidió hacernos participar en otra: la guerra contra el narco, pero los papeles que se nos ofrecieron en esta obra no nos gustaron, desgraciadamente nos salen muy bien: civil muerto, civil herido, persona que duerme con miedo, sociedad que no confía en nadie, extorsionado, secuestrado, y otras mas extremas, alguien que ve sicarios con tranchete en cada auto que pasa por ejemplo.
Mi papel siempre ha sido el mismo, el paranóico que cree que el gobierno en su afan de protegernos de la ´verdad´, protege a todos los que nos causan un daño dosificado, como si dijera “pobre país, sí les dijera quiénes están metidos en este negocio del narco, seguro se me suicida¨, a estas alturas la tarea le puede resultar más sencilla, sólo tiene que decirnos “quiénes no” están metidos.
A qué viene todo esto, a que Luis Estrada con su nueva película El Infierno, hace todo lo contrario, nos dice algo que ya sabemos, nos muestra algo de lo que somos testigos (más en esta ciudad), y nos demuestra que todo pinta para que las cosas sigan así.
La cinta creo que comenzó con la intención de ser una farsa, que fue escrita años antes de que todo empezara a crujir como los huesos de los muertos, pero que, dado el vértigo de sangre y odio que se desató en dos años, no tuvo más remedio que dejarse llevar por las circunstancias.
La concibo como una falsa farsa, porque toda exageración le quedó pequeña a la realidad, los números, esas cifras que avanzan rápidas como un ejército, devoraron cada chiste, cada intención de ser humor y nada más, lo que vi en la pantalla, si soy sincero, a mi ya me quedó muy lejos. A lo mucho me parece un documental antiguo con algunos chistes que ya no me hicieron reir.
Aún así puedo decir que la película me gustó y precisamente por todo lo que acabo de decir, aparte, admito que me encantan las groserías mexicanas bien pronunciadas y dichas con todas sus letras, nada de “inches, uey, ingados, utos y caón” , no ni madres, aquí los personajes hablan como nos gustaría hablar a todos, eso siempre me ha gustado, porque para decirlas así siempre hay que tener las razones claras, y si algo es claro, es que en un sitio como el que retrata la película, no se puede andar uno con cortesías ni eufemismos. Otra de sus virtudes es un excelente reparto que me sorprende por su equilibrio actoral a pesar de estar formado por tres generaciones de actores, nadie se come a nadie, y sus participación en la cinta esta bien definida.
La historia es simple, “El benny” regresa de Estados Unidos a un puebló que está peor de como lo dejó, él tampoco ha mejorado, y la vida de su familia tampoco, su hermano que era sicario fue asesinado y ha dejado una viuda y un huerfano, ante esta situación, “El Benny” decide hacerse cargo de las responsabilidades de su hermano, sin trabajo y sin opciones, no tiene otra que ir a pedirle jale a “El Cochiloco” amigo de la infancia y ahora líder de los sicarios que trabajan y protegen a uno de los dos hermanos Reyes, ambos controlan y gobiernar el pueblo de San Miguel Arcangel y se odian a muerte.
A partir de ahí la historia sigue igual, en cuanto comienzan a caer los muertos, el humor tambien desaparece, ya no hay nada de que reirse, cuando la cinta termina acorralada por la realidad, yo como espectador me siento igual, no tiene gracia ser testigos de las venganzas interminables, del odio y la corrupción, la hipocresía y la miseria que nos han ido consumiendo durante todos estos años.
Aunque “El Infierno” realiza señalamientos muy concretos a la guerra iniciada por el presidente Calderón, no hay mucho de donde agarrarse, el deterioro social de San Miguel Arcangel es el que hay en todo el país y resultado de casi cien años de podredumbre política, es en ese pueblo donde veo la verdadera representación de nuestros días, en ese campo desierto y miserable, es en ese pueblo casi abandonado donde todas sus autoridades participan en la farsa de combatir el crímen donde percibo la crítica más directa y más acertada "esto no acaba de suceder, pero esto nos ha orillado a ver en el narcotráfico la única opción"
Tal vez a Estrada se le critique por no profundizar en el asunto, no creo que en el cine eso sea una obligación, el director cumple con atreverse en poner en la pantalla lo que ya imaginamos todos, la iglesia, los politicos, todas las autoridades judiciales y parte de la población estan metidos en el asunto, además, qué necesidad hay de profundizar en algo que ya salió a la superficie, en lo particular, creo que los habitantes de esta ciudad tendremos una percepción distinta, nosotros estamos más cerca de esa guerra que Luis Estrada nos presenta, tal vez para nosotros todo nos resulte más claro, menos chistoso, saldremos del cine pensando que no hemos visto nada nuevo, y tal vez con el corazón un poco más pesado, eso lo sabré cuando la cinta se exhiba por acá, porque paradojicamente, el único lugar donde no se ha exhibido “El Infierno” es precisamente en esta ciudad que en estos dos años para muchos ya se ha convertido precisamente en eso.
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