Skip to main content

Inmersiones: Crónicas del viajero inmóvil
La escafandra y la mariposa. Jean-Dominique Bauby
Plaza & Janes.1996

Una tarde cualquiera conduces el auto con tu hijo a un lado, comienzas a sudar frío, y una cuestión cardiovascular te bota los breakers, veinte días en coma después, cuando despiertas, tardas en comprender lo que ha sucedido, sólo puedes mover el ojo izquierdo. ¿Tienes ganas de escribir un libro?

Eso fue lo que hizo Jean-Dominique Bauby, quien antes de enfermar fue editor de la revista Elle en Francia, y es uno de esos libros que resaltan por su sencillez, su ausencia de intención, y ese peculiar humor que le pertenece a los enfermos.

Ante esa extraña situación clínica conocida como locked in syndrome, (encierro en si mismo) Bauby sabe que tiene pocas alternativas, ha dejado de habitar el mundo, él simplemente ya no es quien era, y antes de que la locura o la desesperación sean las única sensaciones posibles, decide tomar un tren hacia cualquier parte de si mismo. Viajes hacia la memoria, transcripción en tiempo irreal de cada día que sucede dentro del hospital, el aprender a comunicarse con el movimiento de un párpado y la lectura de un alfabeto en desorden, todo, con la simple intención de seguir dejando un rastro, una marca, algo mas que palabras escritas sobre el agua.

Sueños, pesadillas, recuerdos de viaje, la última charla con su padre, los planes que tenía para esa tarde cuando todo dejó de suceder, cada cosa que va contando Bauby a lo largo de su libro es parte de una construcción sólitaria, la torre de alguien que se aferra a no perder la cordura, y que prefiere externar todo lo que sucede dentro. Más allá de toda alegoría, el testimonio de Jean-Dominique Bauby es la primer transcripción de un hombre que está condenado a permanecer dentro de sí mismo, alguien que nos habla desde la más profunda tiniebla, alguien que en la soledad absoluta de cada hora que pasa, sólo tiene su imaginación y su memoria para huir de su circunstancia.

Bauby es un fantasma que recorre los pasillos de si mismo, encuentra las viejas galerías llenas de aromas, sonidos, personas, anécdotas divertidas y las confronta con su presente, todo está lejos de todo, mover un dedo es peor que tratar de levantar un edificio, saborear algo es simplemente imposible, acariciar o abrazar a sus hijos es un sueño que toda la vida fue algo fácil de realizar:

Me ha invadido una oleada de tristeza. Théophile, mi hijo, está ahí sentado tan formalito, con el rostro a cincuenta centímetros del mío, y yo, su padre, no tengo siquiera el derecho de pasar la mano por su espeso cabello, de pellizcarle la nuca cubierta de pelusa, de estrechar su menudo cuerpo liso y tibio hasta sofocarle. ¿Cómo decirlo? ¿Es algo monstruoso, inicuo, repugnante u horrible? De pronto me derrumbo. Las lágrimas afloran y de mi garganta escapa un ronco espasmo que sobresalta a Théophile. No tengas miedo, chaval, te quiero.

La escafandra y la mariposa hacen alusión a los dos únicos pasatiempos que Jean-Domique puede realizar dentro de su cabeza, sumergirse en su memoria, o volar fuera del hospital para recorrer de nuevo las ciudades desconocidas, conversar otra vez con aquellas amistades que hoy lo miran con tristeza, en su memoria vuelve a saborear sus comidas favoritas, da largos paseos nocturnos por las calles solitarias, todo lo que sea necesario con tal de evitar la sensación de encierro, todo por hacer placentero el viaje inmovil en el barco más tenebroso del mundo: uno mismo.

Comments

Post a Comment

Popular posts from this blog

Cuentos Breves Latinoamericanos. Varios Autores Coedición Latinoamericana, 1998 Breve repaso a la brevedad latinoamericana Me gusta creer que el cuento breve en latinoamérica responde más a una estrategia de fuga que a una limitación creativa, creo que en aquellos tiempos de dictaduras, persecusiones y señalamientos adversos a la creación literaria, era más práctico escribir un cuento que no pasara de una cuartilla que pensar en escribir una novela mientras se viene huyendo de la junta militar, ante la regla de viajar siempre leve de equipaje, era mejor que las obras completas cupieran en un bolsillo o entre las páginas del falso pasaporte que irlas dejando enterradas en el patio de los amigos. Y digo que me gusta creerlo, porque no lo sé de cierto, igual pienso que si los autores de estos cuentos se inclinan por el lado fantástico era tambien para evitarse problemas con la ley, desgraciadamente, en cualquier régimen militar, la letra escrita está condenada y cualquier alusión o se
Ficción Barata, José Juan Aboytia Premios Estatales de Literatura 2008 Pequeña Road Novel o la verdad debería ser una marca de cerveza Cuando me pregunto cuántos años trabajé en periódicos, la respuesta no suele ser breve; el suficiente para saber en que consiste rentarle el alma al diablo, el necesario para darse cuenta que en esos sagrados recintos de la información la amistad es un acto casi imposible, salvo que esa amistad exista antes de entrar a trabajar allí, pero incluso en esa circunstacias, cualquier lazo estrecho corre el riesgo de romperse, a lo más que puedes aspirar, es a integrarse a esa legión de necios aferrados a seguir encima de un barco en llamas al mando de un capitán enloquecido, paranoico y egocéntrico, el tiempo suficiente, ni un minuto más, ni un minuto menos. Reflexionaba sobre eso porque la primera vez que leí la novela Ficción Barata, la clica de Hugo Piñero, el protagonista, me pareció numerosa: Claudio Díaz, alias el Deis, Pablo Costas, Lucio Mén
Los oscuros hábitos del caos Artemisa Café Israel Terrón Holtzeimer Fondo Editorial Tierra Adentro, 2012 Federico es un hombre que jamás he tenido un objetivo en la vida, pasa de largo por las avenidas del desastre y el crimen, Diana, al contrario, es la sobreviviente de una desgracia, ha sido devorada literalmente por una ciudad en ruinas y desde la oscuridad ha resurgido como una ave fénix, incendiaria, pero sin alas. Humeante todavía, decide que todo debe arder, y Federico, por fin ha encontrado en ella un objetivo: su desgracia personal. Artemisa Café arroja a dos personajes a recorrer los habituales pasillos del caos en un país que lleva un siglo cayéndose a pedazos y al que sólo le hacen falta unos cuantos empujones para terminar siendo un montón de polvo, esa es la fantasía que comparten Federico, Diana y ese grupo misterioso llamado Los Leopardos , sueñan con la venganza, el derrumbe, Federico, sólo busca que se extienda el vacío a su alrededor, que todos pierda