Skip to main content


Nuevas líneas de investigación:
21 relatos sobre la impunidad
Biblioteca Era, 2003

Ay Nanita! Cuánta impunidad… literaria y editorial
Hace seis años pocos hubieran pensado que este país podría estar peor, nadie se imaginaba que el Estado zombi que intentaba perpetuar Vicente Fox, iba a ser sacudido por el estado militar, hace seis años la impunidad era un cuento de horror, ahora, ahora estamos en las mismas.
Al ver la portada de este libro esperaba encontrarme algunas sorpresas, no salí decepcionado, me sorprendió mi ingenuidad. Así en breve, les digo que este libro es un vil asalto en despoblado, no lo compré, pero bien que me despojó de algunas horas que muy bien pude haber aprovechado en hacer otra cosa.
Nuevas Líneas de Investigación práctica lo que aborrece, su contraportada es una mentira, una burla mal intencionada, para empezar no todos son relatos y no todos los autores siguieron las reglas: “ahondar en el rumor, la imaginación o las sospechas desdeñadas por la versión oficial”, sólo nueve de los veintiún relatos fueron escritos para este libro, es decir, menos de la mitad, y de esos se agradecen “El error de la memoria” de David Toscana, “Sembrado”, un brillante relato de Francisco Hinojosa quien sabe que para estos temas la farsa, no es el recurso más honesto, sino el único, “Los democráticos” de Mario Bellatín es un cuento breve pero ingeniosamente cruel, “El hombre vendado” de Juan Ríos narra al estilo de la novela negra la supuesta muerte del señor de los cielos durante una cirugía, e “Isidore” de Juan José Rodríguez, nos cuenta con precisión algo cercano al turismo criminal.
Lo demás es una selección de textos diversos que forman parte de los libros de sus respectivos autores o que han sido publicados en revistas o periódicos, la mezcla es tan exótica que lo mismo cabe un ensayo sobre el dedazo en el PRI de Carlos Monsivaís, que el comunicado del Ejercito Zapatista sobre el crimen de Acteal, ambos de bastante utilidad para fines históricos, y si de historias se trata, la de Jesus Malverde, el santo de los narcos narrada por Daniel Sada es bastante interesante y fue publicada en Letras Libres, tambien aparece Hugo Hiriart con una excelente crónica electoral, a la que por cierto no le encontré la impunidad por ningún lado, hay un fragmento del libro que Sergio González Rodríguez escribio sobre los crimenes de mujeres en Ciudad Juárez “Huesos en el desierto” , el vertiginoso relato de Federico Campbell “Tijuana bajo la niebla” tambien vale la pena y el breve texto de Sergio Pitol sacado de El arte de la fuga, curiosamente resulta ser el más oscuro de todos.
Ahora que si de impunidad literaria hablamos, “El crimen de Oventic” de Jorge Volpi es una deplorable mezcla de crónica reportaje y cuento que no dudo en bautizar como “el reporcronicruento” :
"Afirmar que las condiciones de vida en este pueblo son inhumanas supondría emplear un tibio eufemismo… "
Y esa es la primera línea, y por si eso fuera poco, es el texto más largo, 26 páginas con todos los vicios de todos los géneros con los que se puso a jugar, creo que es un trabajo ejemplar para enseñarle tanto a los escritores como a los periodistas todo lo que NO deben de hacer. Algo bueno tenía que tener.
Otra situación que me molestó en algunos textos es la obviedad con la que evitan nombrar a las personas que habitan sus relatos, creo que precisamente en eso consiste la impunidad: en evitar nombrar a los responsables, en no señalar con seguridad a los delincuentes, en esconder, ocultar las pistas, hacerse pato simplemente, y ahí es donde empiezan las dudas, ¿fue esa la regla no escrita para colaborar en ese libro?, ¿o se les dio libertad a los autores para no hacer uso de ella? ¿Será esa la razón de tan pocos relatos inéditos en el libro? ¿Si así fue, porque no le pusieron 22 relatos sobre la impunidad? El relato 22 es el que lector escribiría al terminar el libro. Si es que lo termina!

Comments

Post a Comment

Popular posts from this blog

Cuentos Breves Latinoamericanos. Varios Autores Coedición Latinoamericana, 1998 Breve repaso a la brevedad latinoamericana Me gusta creer que el cuento breve en latinoamérica responde más a una estrategia de fuga que a una limitación creativa, creo que en aquellos tiempos de dictaduras, persecusiones y señalamientos adversos a la creación literaria, era más práctico escribir un cuento que no pasara de una cuartilla que pensar en escribir una novela mientras se viene huyendo de la junta militar, ante la regla de viajar siempre leve de equipaje, era mejor que las obras completas cupieran en un bolsillo o entre las páginas del falso pasaporte que irlas dejando enterradas en el patio de los amigos. Y digo que me gusta creerlo, porque no lo sé de cierto, igual pienso que si los autores de estos cuentos se inclinan por el lado fantástico era tambien para evitarse problemas con la ley, desgraciadamente, en cualquier régimen militar, la letra escrita está condenada y cualquier alusión o se
Ficción Barata, José Juan Aboytia Premios Estatales de Literatura 2008 Pequeña Road Novel o la verdad debería ser una marca de cerveza Cuando me pregunto cuántos años trabajé en periódicos, la respuesta no suele ser breve; el suficiente para saber en que consiste rentarle el alma al diablo, el necesario para darse cuenta que en esos sagrados recintos de la información la amistad es un acto casi imposible, salvo que esa amistad exista antes de entrar a trabajar allí, pero incluso en esa circunstacias, cualquier lazo estrecho corre el riesgo de romperse, a lo más que puedes aspirar, es a integrarse a esa legión de necios aferrados a seguir encima de un barco en llamas al mando de un capitán enloquecido, paranoico y egocéntrico, el tiempo suficiente, ni un minuto más, ni un minuto menos. Reflexionaba sobre eso porque la primera vez que leí la novela Ficción Barata, la clica de Hugo Piñero, el protagonista, me pareció numerosa: Claudio Díaz, alias el Deis, Pablo Costas, Lucio Mén
Los oscuros hábitos del caos Artemisa Café Israel Terrón Holtzeimer Fondo Editorial Tierra Adentro, 2012 Federico es un hombre que jamás he tenido un objetivo en la vida, pasa de largo por las avenidas del desastre y el crimen, Diana, al contrario, es la sobreviviente de una desgracia, ha sido devorada literalmente por una ciudad en ruinas y desde la oscuridad ha resurgido como una ave fénix, incendiaria, pero sin alas. Humeante todavía, decide que todo debe arder, y Federico, por fin ha encontrado en ella un objetivo: su desgracia personal. Artemisa Café arroja a dos personajes a recorrer los habituales pasillos del caos en un país que lleva un siglo cayéndose a pedazos y al que sólo le hacen falta unos cuantos empujones para terminar siendo un montón de polvo, esa es la fantasía que comparten Federico, Diana y ese grupo misterioso llamado Los Leopardos , sueñan con la venganza, el derrumbe, Federico, sólo busca que se extienda el vacío a su alrededor, que todos pierda